- Al final todo es una danza de señales, signos en un tiempo y en un espacio.
- El rencor es volver sobre lo mismo una y otra vez.
- Las cosas se hacen necesarias precisamente cuando, por otras modas, se han perdido o han entrado en desuso.
- Llamamos estar bien informado a un barniz de realidades con aire progresista.
- La mendicidad es un hueco en el pantalón.
- El mendigo es suplicante y el transeúnte displicente.
- La vida es adaptación y momento, marea y origen.
- El cuerpo necesita cuidados así como el alma necesita conmiseración; sin ellos la vida decae.
- La mente tiende a abstraerse de cuestiones éticas y morales de gran importancia y más bien deriva en problemas cotidianos.
- Siempre que hay un ganador hay un perdedor.
- Los hábitos nos hacen radicales en ocasiones.
- Con tantas prohibiciones, ¿cómo podemos ser sinceros?
- No se puede pensar y pensar siempre lo mismo.
- La propia muerte es el único compromiso al que uno nunca llega tarde, siempre es justo a tiempo.
- Soy un espectador de tus deseos y de tus debilidades.
- La amistad es un margen estrecho.
- Todo fue preciso y calculado, nada dejó la vida al azar, las hostilidades fueron reales y sus consecuencias innegables.
- El Hombre suele vestirse con sus sueños y desnudarse con sus temores y problemáticas.
- El mito del angelface.
- El Hombre está hecho de problemas.
- El bachillerato fue una mordaza.
- Los problemas no son ajenos al Hombre y acaban definiendo su existencia.
- Nos van a volver locos con tantas prohibiciones.
- Lo que uno desea no cuenta tanto como sí lo que merece.
- “Déjate conocer y te juzgaré”.
- Lo que se ve es sólo aparente, lo que subyace es real.
- Soy producto de una sociedad indolente.
- El suicidio es la manera más honesta, brutal y lamentable de cuestionar la enfermedad de un grupo social.