- La intimidad con Dios es fiscalizada por la religión y por la moral.
- Lo que vemos nos hace codiciosos y entre más “vemos” más ciegos nos hacemos.
- Nos casamos solo con quienes podemos competir, aunque después ambos salgamos derrotados.
- Los líderes generalmente son aquellos que menos comprenden y estudian sus propias palabras e ideas.
- Los propósitos personales son generalmente obligaciones que demanda la sociedad para un propósito común.
- Una vida sin propósitos es el comienzo de un propósito mayor.
- El devenir de la vida social es un profundo acto de hipnosis, en el que se desatiende gran parte de la realidad en función de una ciega determinación por resultar visible a los demás.
- Los sueños de las masas, aquellos que parecen el fin último de sus vidas, generalmente son escritos por otros.
- La culpa nos hace vulnerables, desequilibrados y pequeños.
- Una lucha sin descanso en los efectos de un mal cualquiera es una causa perdida.
- La duda es un principio de fe en una época de aciertos metodológicos.
- El amor es devoción, oscilando entre la obsesión y el servicio.
- El amor entendido como inclinación total por algo o por alguien rompe barreras, nivela desigualdades, abre caminos imposibles, libera un caos maravilloso y a veces nos lleva a vivir esa locura maravillosa e incómoda de llegar a enamorarnos, haciendo bello lo que es ordinario.
- El ideal nos encamina hacia lo que es perfecto, posible y verdadero, nos desvía de la mediocridad y nos sume en un sueño ardiente que es necesario vivir para mantenernos despiertos.
- La fe más que mover montañas abre nuestros ojos a la voluntad de Dios.
- Una sonrisa casual hace amigos en cualquier parte del mundo.
- La confianza es en principio una apuesta ciega; si se acierta, la ganancia es inmensa; si se falla, la pérdida puede ser catastrófica.
- La sexualidad humana es una necesidad básica tuya por la que solo las prostitutas parecen preocuparse en primer término.
- El amor como la pasión es la respuesta natural a lo que buscamos con desesperación.
- La duda pone a prueba nuestra fe, la vigoriza o la derrumba.
- Nos obsesiona lo que no conseguimos; en cambio, nos hastía lo logrado.
- La dulzura es la respuesta natural ante lo que como a una flor, amamos por su belleza y cuidamos por su delicadeza.
- La vida moderna es en su esencia competencia individual.
- En el río de la existencia la vida son los rápidos; el arte, los remansos.
- El silencio acompañado de reflexión activa es la forma más profunda y comprometida de protesta.
- La felicidad es en nuestros días un bien que se compra y se vende como cualquier otra mercancía y, con frecuencia, se confunde con esta.
- La muerte es una posibilidad en un momento dado, pero una realidad para toda la vida.
- En vida, el equilibrio y mucho menos el perfecto, jamás se logra plenamente.
- La justicia es en la mayoría de los casos un engorroso proceso para ganar la inocencia contra un adversario, séase en verdad uno inocente o no.
- Hay hombres que pierden la cabeza y mantienen la cordura para negarlo.
- Un peligro del cinismo como patología, es el aparente cumplimiento de las normas sociales por obligación, cuando en la práctica se ha perdido de vista el verdadero sentido de su cumplimiento.
- El hombre huye de la debacle toda su vida.
- La conciencia de hombres y mujeres vive tan fatigada que ya solo razona, no filosofa, y deambula como un sonámbulo por una casa llena de fantasmas del progreso.
- El amor ciego es más conveniente para nuestros deseos y sueños que el más prudente, y siempre elegimos el primero a la primera, muy a nuestro pesar.
- Llamamos realidad a todo lo que vemos, y medimos el universo por ello, y lo que no podemos ver ¿no es también realidad?
- Un hombre y una mujer en una cama, leyendo el diario del próximo día. En primera página el titular “Cervantes y Shakespeare debaten sobre tema profundo: ¿por qué a unos hombres nos resulta tan difícil estar en situaciones sociales mientras que a otros les resulta intolerable el aislamiento?”
- Quien da todo a los demás tarde o temprano quiebra. Quién deja algo para sí y comparte el resto, no morirá de hambre.
- La serenidad afina los sentidos, más que la obligación o cualquier otra presión social.
- El idiota merece consideración; el tonto sin remedio, no.
- La vida es un profundo acto de estupidez que en unos casos se hace lucidez; en otros, brutalidad.
- Te pueden enseñar de la vida muchas cosas, unas útiles y otras no tanto; pero si no te enseñan a acercarte a las mujeres y a ligar con ellas, no te han enseñado nada que valga la pena.
- Esta es una cultura a la que no le alcanza el tiempo para todo lo que tiene que hacer, que es mucho y superfluo.
- La duda y la sospecha pueden llegar a ser formas elevadas de conciencia y, bien encaminadas, pueden llevar a cambios profundos.
- La sociedad está esencialmente encaminada a olvidar el sentir propio del ser individual.
- La opinión general es realmente un vacío de opinión particular.
- Lo que parecía ocio a los ojos de mis padres es realmente cultivo profundo del espíritu.
- La clave de la liberación existencial está primero que nada en los recuerdos claros.
- La verdadera libertad nace de la recuperación de las memorias perdidas.
- La distracción hasta el olvido es la mejor manera de hundirse en la inconsciencia.
- Es insufrible esperar que una calabaza haga conciencia, por mucho que se discuta con ella.
- Para los que me tildan de inseguro, es más sano dudar que condenarse.
- Existe una fuerza oscura en la educación en la que nunca es suficiente el mérito por mucho que se logre, porque en realidad el trabajo se ha convertido en un castigo a perpetuidad, en una camisa de fuerza que pretende torcer el curso natural de la existencia hacia una vida ordinaria y mediocre.
- La muerte no es un misterio, es más bien una realidad en esta vida y se va revelando al alma humana post mortem como parte de un proceso inalterable y consecuente con su naturaleza oscura.
- El resultado de un atractivo sexual que impresiona y enamora y un ser humano ordinario, es una realidad harto modesta.
- La opinión no es una sola, es diversidad de tendencias que se conjugan en unas ideas.
- No poder confiar en los hombres y en las mujeres, esa es la mayor de las condenas.
- Las circunstancias finalmente son las que hacen al hombre.
- Un líder es insustituible y se lo puede reemplazar pero nunca igualar en su causa.
- La realidad es un contrato social de mediano entendimiento.
- El hombre en el colectivo se hace norma social.
- Las opiniones políticas dividen a los hombres, las pasiones políticas los enceguecen, pero la locura los reúne.
- Existen dos tipos de libros: los que contienen información útil y los de pensamiento. Los primeros son de amplia difusión y consumo; los segundos son para una minoría entendida.
- Pretender dominar el pensamiento de un libro por el número de páginas leídas, es como pensar que un hombre ha llegado a la realización humana inequívocamente por el número de años vividos.
- La verdad es dictada por la mayoría; pero el universo es generoso, la verdad también es propia de unos pocos.
- Una dolencia no tratada con el tiempo se hace patológica, tanto para el cuerpo como para la mente y el espíritu.
- Los celos son una vivencia tardía de la infancia en la edad adulta, y no son realmente amor; más bien son una necesidad uterina no resuelta.
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