lunes, 6 de mayo de 2013

Aforismos 8

"En resumen, aquel Giuseppe Settembrini aparecía en los relatos de su nieto y ante los que le escuchaban como si hubiese llevado una existencia oscura, apasionada y sediciosa, como si hubiese sido un cabecilla y un conspirador y, con todo el respeto que los primos  se esforzaban en manifestar por cortesía, no conseguían disimular una leve expresión de antipatía desconfiada, incluso de estupor."
La montaña mágica, Thomas Mann





- En la vida lo más importante quizás no es lo que decimos sino lo que finalmente callamos.
- La búsqueda de amigos puede llegar a ser un verdadero calvario; si no te consume el desconcierto te mata la espera. 
- La soledad nos la fabricamos de sueños frustrados.
- Para alcanzar el amor humano debemos adentrarnos en un intrincado pantano de pasiones y frustraciones y muchas veces acabamos perdidos en él.
- La corrupción viene cuando ya por fuerza del entorno no podemos decidir y el hacerlo sería a nuestros propios ojos un suicidio.
- Al final uno queda convertido en su propia sombra, corrompido por circunstancias progresistas.
- El orden social humano es solo aparente; es desconcertante en la realidad.
- Toda campana que timbra mata la intimidad, conspira contra el amor, nos arruina y nos distrae hasta exasperarnos.
- Para comprender una obra de teatro, que es la vida misma, es necesidad verla toda y como un conjunto.
- Es difícil encontrar seres que no padezcan algún tipo de locura; el mundo es una colección de piezas imperfectas y heterogéneas.
- En lo más profundo todos somos partes de lo mismo, partes de un mismo océano; pero como manifestaciones individuales somos muy diferentes.
- El amor pasional es una sujeción del instinto, una locura adornada por el deseo; más también lo es un amor psicológico.
- Odio la conversación; no dice nada.
- La soledad es un reloj cuyas afiladas manecillas no marcan las horas sino los años de infinita indiferencia hacia todo.
- Nuestros ojos delatan nuestro amor más profundo e íntimo, ese que finalmente no pudimos “ver”.
- El amor que recibimos de los perros es más o menos gratis; el de los hombres y las mujeres lamentablemente no.
- Hablando creemos conocernos pero para el corazón no hay palabras, solo señales.
- La avidez por recibir es a veces como aquel tren anunciado que nunca llega a la estación, porque simplemente nunca existió.
- La insufrible redundancia del hombre en su vano intento por parecerse a sí mismo, así es su mente.
- El hombre y la mujer se repiten a sí mismos todo el tiempo.
- Esto de hoy no es ahora, también lo era ayer.
- El hombre está hecho de loco y de tonto más que de genio; y hasta el genio es loco y tonto en parte.
- Ya no son ideas; son faros luminosos en un mar violento.
- ¿Por qué los ingleses pelean del lado de los ingleses contra los noruegos y no al contrario? Porque solo saben ser ingleses; este es el meollo de las guerras, está en la identidad.
- La libertad primeriza está en el cumplimiento de lo deseado; mas luego una libertad madura es la ausencia de nuevos deseos, más bien se da como contemplación y piedad.
- Pareciera que el amor nos fuera más seguro en la ilusión que guardamos celosamente en nuestro silencio que el que practicamos en la experiencia que nos es incierto y problemático.
- ¿Cómo pudimos llegar a ser tan infelices si lo teníamos todo?
- Penetrar en el denso y profundo universo de las memorias es adentrarse en el presente mismo y en sus misterios.
- La vida del adulto realmente nunca llegó como tal; nos sorprendió por asalto.
- Lo más importante iba a dar siempre a la basura.
- La basura se volvía alimento y la comíamos.
- Aún la más bella forma con todos sus atributos conlleva el dolor mismo del existir.
- El presente nuestro sin pasado es como un navío sin tripulación, a la deriva en un mar de inquietudes e incertidumbres.
- Desde la cuna recibimos una educación para adultos.
- El hombre termina de héroe de tanto triunfar; pero olvida que sigue siendo hombre.
- La represión sexual y la represión emocional ahogan nuestra propia realidad.
- Leer cualquier revista de las miles que se publican hoy es un pretexto más para evadir lo más íntimo del presente.
- Amamos a quien nos hace sentir mejor; por eso es un tesoro en nuestro corazón y en nuestra mente.
- ¿Por qué nos enamoramos cuando vivimos en tiempos de guerra? Por el apuro de no perder el amor.
- La grasa y el azúcar nos ayudan a sobrellevar la soledad y la insatisfacción, sin resolverlas realmente.
- El amor es una gloria humana mucho más que otras.
- Soñar viene a ser una de las facultades más elevadas del ser humano; nos guía en la dificultad y nos forma como nada cuando nadie apuesta un peso por nosotros.
- La vida sigue, a veces a galope.
- No lo saben: desaparecer no es morir.
- La reflexión nos lleva un paso atrás del desastre.
- Pensamos que en el futuro seremos más felices y no nos percatamos que ahora mismo lo somos.
- Qué poco sabemos de la alegría; vivimos en un mundo de sustitutos.
- Quiero llevar alegría a tu vida, redimir tus sueños como cuando compartíamos juntos.
- El amor nos llega como un soplo de vida que nos salva de la duda fatal y la desesperación.
- Todo es pretexto en televisión para la violencia  y pareciera faltarnos más.

Gracias por llegar hasta el final, mañana vendrán otros...


4 comentarios:

  1. Cada día siento en estos aforismos los gritos del alma buscando una rendija para poder respirar en este mundo regido por las reglas del poder del ego que nos inundan del miedo al dolor de amar sin ser amados o de ser amados sin poder amar, tejiendo las redes y los velos que cada día hacen más difícil el encuentro y más normal la soledad.

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  2. Gracias por estas reflexiones. Algunas de ellas realmente me tocaron muy profundo. Un abrazo.

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  3. Muchas gracias, en muchas ocasiones una palabra dicha en el momento oportuno nos puede ayudar a ver la luz que todos tenemos en el camino.

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  4. La vida es el trasegar de nuestras tristezas y alegrias, disfrutar de nuestra vida nos da el camino para vivirla, estos aforismos nos llevan a reflexionar sobre lo mas intimo, y nos enseñan a traves de tus ojos y sentimientos, a entender los nuestros.

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