Aforismos 6

Aquellas tardes de merienda subía yo la escalera escalón por escalón, ya sin pensamiento y sin memoria, sin ser más que un juguete de los más viles movimientos reflejos, y llegaba a la zona donde se hacía sentir el perfume de la señora de Swann.


Pero sólo en calidad de amigo de Gilberta es como empecé ya a explorar, trémulo de respeto y de alegría, aquellas mágicas regiones que, contra todo lo que yo esperaba, abrieron ante mí sus hasta entonces cerradas avenidas. El reino donde yo tenía acogida estaba a su vez contenido en otro aún más misterioso, donde vivían su sobrenatural vida Swann y su esposa. Ese reino hacia el cual se dirigían ellos después de darme la mano cuando nos cruzábamos en el recibimiento. Pero pronto penetré también en el corazón del santuario.

Se me venía a la memoria aquella carta tan completa y persuasiva que yo escribí una vez a Swann, y que ni siquiera se dignó contestar.

Marcel Proust, En busca del tiempo perdido, 2. A la sombra de las muchachas en flor

- Las fuerzas sociales van destruyendo de a poco la sutileza del individuo.
- Las mayores culpas nos vienen por educación.
- El infierno se lo hace uno mismo muchas veces.
- Que cosa terrible y maravillosa es el ser humano.
- Muchos temores nos vienen de memorias tempranas enterradas.
- Es profunda la superficie de nuestros temores y deseos.
- En la publicidad la vida se maquilla con azúcar de deseos infantiles.
- Lo esencial siempre estuvo cerca entre nosotros.
- El progreso es de quienes se atreven a soñarlo.
- El hombre pequeño piensa en pequeño; el hombre pequeño hace cosas pequeñas.
- La gente comienza a molestarse contigo cuando realmente te muestras como eres.
- Los hombres han perdido la fe.
- La vida no está hecha de política ni de estrados judiciales.
- Tu casa es en donde quieras estar.
- Ayúdame Señor  a perdonar a los hombres, a todos.
- El camino de la consciencia es solitario y pedregoso.
- Sabio es el hombre que acepta sus derrotas sin renunciar a sus sueños.
- El presente es la marisma; el pasado, grande como el océano.
- La notte è viva.
- Solo son palabras y no palabras necias.
- Los sueños y la literatura son una actividad intelectual altamente complicada y significativa.
- Cultivar el cuerpo es cultivar en terreno fértil. 
- La política acabo invadiendo todas las áreas del hombre; nos hizo políticos por necesidad y no por vocación.
- No pocas veces la historia ha sido escrita por hombres que manipulan a las masas.
- La gente ya no cree en milagros; vivimos una fe tecnológica en los recursos evidentes.
- La humillación es improbable de olvidar y difícil de superar.
- Los aparatos de gimnasia en el hogar se hicieron para gente que quiere verse mejor más no sentirse mejor.
- El proceso está en marcha; el juicio, en cambio, trunca.
- Lo más importante está allá abajo en el inconsciente, profundamente enterrado entre la confusión y la culpa.
- El sexo fue expulsado de su propia tierra.
- Etcétera es sinónimo de ignorancia y desinterés.
- El estrés sobrevive a los tiempos volviéndose crónico. 
- Yo le camino más a la verdad que a los amigos.
- La rebeldía del joven comienza en casa.
- La salud es un bien común de los hombres que acabó convertido en un bien y en un privilegio burgués. 
- La política al fin de cuentas no es una condición elevada del hombre.
- La vida del hombre y de la mujer tienen un trasfondo moral, siempre.
- Estar vivo viene a ser un riesgo permanente de amor y de muerte.
- El presente es olvido y repetición.
- Busco los caminos recorridos, los pasos andados.
- Soy presente y pasado; lo demás es silencio.
- Dios gusta de la liberación aún de la más pequeña de las aves del cielo.
- Sin el presente somos nada; pero sin memorias, lo somos aún menos.
- Acepta tu peor temor y hazte uno con él.
- La belleza es solo aparente.
- A veces es mejor soñar y esperar por un mejor momento.
- El cine y la literatura son un viaje a la intimidad inmaterial de los hombres y de las mujeres.