Aforismos 9

Agradezco de modo muy especial a las personas que han seguido esta serie de pensamientos, arrancados del interior del ser como calamares ocultos por la profundidad, rescatados por un pescador avezado. 

Agradecería mucho sus comentarios, si ayudan a que este espacio perdure. Muchas gracias. Andrés.

"A lo sumo sentía unos pocos celos al verla desaparecer muchas veces en lo hondo de vastas cámaras a las que se entraba por la escalera interior. Yo tenía que quedarme en la sala. Como ese hombre enamorado de una actriz que no tiene otra cosa que su butaca y piensa, preocupado, en lo que ocurre entre bastidores y en el saloncillo de los artistas.

Pero muchas veces cuando se oye por primera vez una música un tanto complicada no se entiende nada. Sin embargo, cuando oí tocar dos o tres veces más esa sonata me di cuenta de que la conocía perfectamente. Probablemente lo que nos falta esa primera vez no es comprensión, sino memoria.

En la sonata de Vinteuil, las bellezas que antes se descubren son también las que más pronto nos cansan, e indudablemente  por la misma razón: y es que son las que más se parecen a las cosas que ya conocíamos.

; y entonces llega hasta nosotros, la última de todas, esa frase por delante de la cual pasábamos todos los días sin saberlo, que se reservaba y que por la potencia de su propia belleza se mantuvo invisible y desconocida. Y también es la última que dejamos marcharse. La querremos más tiempo que a las demás porque hemos tardado en llegar a quererla mucho más tiempo que a las otras".

En busca del tiempo perdido, 2. A la sombra de las muchachas en flor, Marcel Proust (1871-1922)

- Los mejores biógrafos son los que escriben sobre sí mismos sin buscar un éxito editorial.

- La vida debe ser algo más distinto a proyecciones y transferencias psicológicas.

- Vivía alejándome de lo que más quería y sin saber qué era lo que realmente quería.

- La vida del adulto como oposición y ruptura ante las infancias temprana y tardía son un descuido     imperdonable con el ser en pro de una estéril vida productiva.

- Lo que en el fondo esperamos es transformar, no repetirnos. 

- De tanto querer querer queremos, como los lirios del campo al cielo que los cobija.

- Los hombres somos como las bestias; a la hora del naufragio no entendemos de razones.

- En realidad ya lo sabíamos todo.

- Reconciliación es reencuentro.

- Entre más profundo entramos menos encontramos, pero sí más importante.

- No hay que desalentarse por un fracaso; el 99% de los intentos por hacer verdaderos amigos acaban mal o sin resultado.

- Ha sido este un largo e inequívoco desvarío.

- No quise dedicar mi vida a ser una pieza de motor; más bien llegar a hacerme un motor en sí mismo.

- No quise ser un relojero de tu tiempo; ¿acaso no es la vida más que un trabajo modestamente remunerado?

- El trabajo no hace feliz al hombre; pero sí al empresario.

- Para poder ganar la consciencia se necesita de un buen abogado, terco y fiel a la verdad.

- La acumulación diaria de toxinas que no se liberan con actividad física incide mucho en la acumulación de nuestros pensamientos negativos y neuróticos.

- Le perdemos el rastro a nuestros mejores años.

- La infancia nos rescata de la hecatombe.

- Los informantes son cómplices de malas noticias.

- Con tu chispa enciendo el fuego de mi amor por ti.

- No lo merecía y aun así me diste una segunda oportunidad.

- Las malas noticias nos generan adicción mórbida que reclamamos a toda hora.

- La verdad no tiene dueño ni es asunto de tener la razón sobre otros; es algo que se ve y que está en la posibilidad humana.

- Lo que está en juego no es un nombre o una obra; es un hombre.

- El ser humano es un ebrio sin remedio condenado a no llegar a vivir sobrio jamás.

- Aprendí a caminar con tropezones; y a vivir desandando los caminos que recorrí sonámbulo.

- La vida es una comedia, una gran comedia en la que todos ríen a carcajadas menos uno.

- El amor es una sola desilusión, larga y silenciosa que mata como un cáncer.

- Soy un hombre nómada, sin tierra ni mujer, vagando por las estepas, solitario y cansado, sin más esperanza que la dicha de contemplarte.

- El cuerpo se volvió mente; entonces allané el camino hacia la desesperación. 

- En nuestra época condenamos toda reflexión al espacio público, reduciéndola a una opinión estadística.

- La simpatía sexual es la menos probable en mi vida.

- Tengo más miedo de no ser nadie que de ser cuestionado.

- ¿Hay esperanza con las mujeres?

- El hombre se vende por poco precio.

- La mejor manera de perder la cabeza es que todo nos salga mal.

- El amor nuestro, el tuyo y el mío, eso es Dios.

- El amor que nos prodigamos es la iluminación de la fuerza de gravedad que te manda a tierra; cuando amas caes hacia el ser de ese algo o de ese alguien.

- La verdad y la normalidad nunca se han llevado muy bien y sufren muchos traspiés en su andar juntos.

- Los mejores propósitos del hombre acaban diluidos en sus mejores obligaciones.

- El hombre es un buey bien educado.

- Existen personas que por mucho que hablen nunca hablan de ellas mismas.

- Cada vez nos cuesta más hablar de moralidad y concentrarnos en la moral, a la que solemos confundir con lo legal.

- Quien más tiene es quién menos necesita.

- Las relaciones son un juego de dados.

- La desesperanza abre los ojos.

- Todos somos culpables; la inocencia no es propia de este mundo.

- Sobre el poder Dios no piensa como los hombres.

- El peor honor que se le puede hacer a un hombre es engrandecerlo.

- Todo lo convertimos en estrellas.

- El amor sexual no es generoso; es dubitativo.

- Gracias Señor por las energías para vivir el día.

- El periodismo en televisión debe mucho a sus estrellas favoritas: los inadaptados.

- El amor no libera; esclaviza.